martes, 17 de abril de 2012

N.75 ADELAIDA (AUSTRALIA) CIUDADES  IMAGINADAS, CIUDADES REALIZADAS.  Desde Al Rawda a la Estación Espacial Internacional.



Adelaida (Australia): La urbe del anillo verde



La región estaba ocupada por una población aborigen, los Kaurna, quienes fueron diezmados y expropiados hasta su casi total extinción, por los colonizadores europeos. Paradójicamente, las ciudades del sur de Australia fueron una iniciativa de –la compañía de colonización inglesa-,  para garantizar oportunidades a una población libre, aunque fueron iniciadas por convictos que habían alcanzado la libertad. Se buscaba extraer recursos que sirvieran al hambre de materias primas que tenía la Inglaterra industrializada, especialmente lana.



La ciudad que acogió, entre otros, a grupos de luteranos de Prusia para garantizar su dignidad, libertad de expresión y que luego se denominó popularmente “ciudad de iglesias” no reconoció el valor ancestral de los habitantes originales, denigrándoles hasta la actualidad.



El arquitecto George Strickland Kingston había ya concebido la planta urbana desde 1823, pero solo se fundó hasta 1836. Uno de sus más destacados fundadores fue el Coronel William Light. Se le dio al nuevo sitio el nombre de la reina consorte de William IV de Inglaterra, lo cual nos recuerda también el caso de Teresina[1] donde se le dio a la ciudad el nombre de una de las mujeres de la alta nobleza.

Google Earth (Vista general del centro de Adelaida) 2012


Con Adelaida encontramos un nuevo eslabón en la historia de las ciudades planificadas, que se parecen por tener 5 plazas o espacios públicos, uno central y otros que alimentan los barrios. Este linaje aparece por primera vez con una ciudad romana del siglo I d.C. Lucus Augusti, (hoy Carmen  de Lucus augusti)[2], pasa luego a Philadelphia[3] (1682), en cierta forma ocurre algo similar en Savannah[4] (1733) luego la veremos en La Nueva Guatemala de la Asunción[5] con su plan ilustrado que se desdibujó (1776), y finalmente en Adelaida (1836).



La multitud de fundaciones hispánicas en América contaron con solo un espacio público, incluyendo la frustrada expansión de Monterrey (1794) donde reaparece el esquema de las cinco plazas. Sin embargo la tradición urbana inglesa va a ser la mayor exponente de esta formación con múltiples plazas. Esta forma urbana nos habla de la idea de –libertad- de ideología, pues cada plaza es el centro de un barrio con algún carácter socio-político-religioso. Aparece en oposición a Camberra la capital política de Australia, que se caracteriza por un trazado –casi barroco- plagado de puntos focales, círculos y polígonos.



En Adelaida reaparece nuevamente el tema de la ciudad planificada que siendo ortogonal y racional tiene un perímetro asimétrico, que no se inscribe del todo en sólidos regúlales como rectángulos. Lo cual nos recuerda el trazado de Belohorizonte en Brazil. Al analizar el plano fundacional y las imágenes satelitales se puede apreciar que la forma urbana podría haber sido completamente regular, pero por alguna razón se prefirió darle cierta asimetría y sinuosidad que en otros casos se ha debido a la idea de darle a la ciudad nueva y regularizada un aire de peculiaridad en los barrios, aunque ésta solo se percibiría en los manzaneros más cercanos a los bordes.



Además la traza de Adelaida introduce un nuevo elemento a la composición urbana, la noción de tres –focos- urbanos, tres núcleos urbanos separados por zonas verdes y unidos por vías, localizados en ambas bandas del rio Torrens, además no están alineadas, si no que cada subconjunto asume su propia orientación con respecto a la rosa de los vientos. Es posible que dicho alejamiento obedezca a separación de funciones o a una división étnica o de clase. En el núcleo fundacional las calles enmarcan manzaneros rectangulares, pero muchas calles no tienen una continuidad lineal y otras han sido ocupadas por edificios.



En la composición urbana la zona verde perimetral es fundamental porque separa el núcleo fundacional de la expansión urbana dotando a la ciudad de un entorno verde tan necesario para el sano disfrute de la vida cotidiana en entornos densos como la ciudad. Aparece como en Belohorizonte una vía circunvalar, que delimita el centro fundacional. En esta zona verde se sitúa sin embargo algún equipamiento de la ciudad como cárcel y cementerio, pero también parques, hoy en día sigue siendo un eje ambiental.



La expansión urbana ha mantenido cierta continuidad con la orientación de la ciudad fundacional, generando una fácil comunicación entre los extremos. Los suburbios aparecieron pronto y para 1853 tenemos registro de ellos.[6] El asentamiento se ha desparramado más ordenadamente y se habla de un fenómeno del tipo “sprawl” característico del urbanismo anglosajón, la ciudad ha crecido al norte y al sur, pero se orienta más hacia la costa.



[1] Ver nuestro blog número 54
[3] Ver nuestro blog número 48
[4] Ver nuestro blog número 49
[5] Ver nuestro blog número 45
[6] http://www.macalester.edu/courses/geog61/kpaulson/history.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario